Hola, hoy os hablaré en mi blog sobre el primer día del viaje de fin de curso a París que hicimos 13 alumnos/as de 4º de ESO del colegio Escolapias Santa Engracia, junto a nuestra tutora Ana y a la directora de nuestro centro, Pilar. Así pues, el martes día 9 de abril a las 14h00, habíamos quedado en el Aeropuerto de Zaragoza y, tras unas 2 horas de vuelo, llegamos a uno de los aeropuertos de París, que estaba a 1 hora de la capital. Entretanto, mientras esperábamos la llegada del autobús, estuvimos en una cafetería del aeropuerto, donde con dos mapas de París, situamos los lugares que visitaríamos, merendamos y donde también algunos compramos algo para tomar, que no fue precisamente barato.
En el autobús, la guía nos empezó a explicar algunas cosas del país, pero pocos prestamos atención, porque muchos se ponían a hablar y otros a escuchar música. Yo, que durante el trayecto estuve atento a la explicación y al paisaje, observé que la zona rural que rodea París es un paisaje oceánico, compuesto por prados y bosques frondosos donde, según nos dijo la guía, habitan ciervos y lobos (refiriéndonos a las especies más emblemáticas, de las que comúnmente habitan en las zonas atlánticas). Respecto al paisaje artificial, había cabarets, restaurantes, gasolineras y casas rurales, y en algunos campos de cultivo, había una gran cantidad de flores, que estaban muy cuidadas.
Llegamos al hotel Sovereign Saint-Dennis, que se encuentra en el barrio Saint Dennis, donde nos alojamos en nuestras respectivas habitaciones (yo compartía habitación con Sergio), a Sergio y a mí nos tocó una habitación con una sola cama, pero ese mismo día nos cambiaron a una habitación de dos camas, cenamos, hicimos juegos, y a las 23h45, subimos a nuestras habitaciones porque al día siguiente, el desayuno era a las 7h30.
En el autobús, la guía nos empezó a explicar algunas cosas del país, pero pocos prestamos atención, porque muchos se ponían a hablar y otros a escuchar música. Yo, que durante el trayecto estuve atento a la explicación y al paisaje, observé que la zona rural que rodea París es un paisaje oceánico, compuesto por prados y bosques frondosos donde, según nos dijo la guía, habitan ciervos y lobos (refiriéndonos a las especies más emblemáticas, de las que comúnmente habitan en las zonas atlánticas). Respecto al paisaje artificial, había cabarets, restaurantes, gasolineras y casas rurales, y en algunos campos de cultivo, había una gran cantidad de flores, que estaban muy cuidadas.
Llegamos al hotel Sovereign Saint-Dennis, que se encuentra en el barrio Saint Dennis, donde nos alojamos en nuestras respectivas habitaciones (yo compartía habitación con Sergio), a Sergio y a mí nos tocó una habitación con una sola cama, pero ese mismo día nos cambiaron a una habitación de dos camas, cenamos, hicimos juegos, y a las 23h45, subimos a nuestras habitaciones porque al día siguiente, el desayuno era a las 7h30.